miércoles, 23 de febrero de 2011

No pudo ser, por bien poco.

Antes de comenzar la nueva temporada me gustaría comentar el final de la anterior, sobre todo por haber dejado de escribir el blog. Nunca pensé que ganase Red Bull el campeonato, supongo que debe ser una especie de prejuicio de clase; nunca han ganado, no van a ganar. Pero me equivoqué, todas las escuderías que ahora son importantes y han ganado campeonatos empezaron ganando uno, su primer campeonato, y Red Bull lo ha hecho. Ahora ya pertenecen a otra categoría, son campeones del mundo. En lo que creo que no me equivoqué fue en que  no sería Webber el campeón, y mientras me olvidé de Vettel.
La última carrera fue una demostración de buena estrategia por parte de Red Bull y lo fue porque Ferrari cayó en la trampa como unos pardillos. Se dedicaron a cubrir a un piloto que iba a quedar muy retrasado. Nada que objetar sobre el comportamiento del rival, que se pasó la temporada haciendo auténticas tonterías como equipo, dejando que sus pilotos lucharan entre sí, pero que en la última carrera luchó como un solo hombre. 

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